El libro de la sangre que ha enrojecido la tierra, las plazas, los ríos, las piedras de México.
El libro de la muerte que no quedó en los dibujos de Posada ni de Diego Rivera (...) sino en la brutalidad, en la cárcel, en la codicia, en la miseria humana que se ha abatido sobre México. En sus páginas se mantiene la memoria de cómo ha sucumbido la vida entre nosotros. Por la sangre, la traición, el crepúsculo de la vida de traidores y de héroes; por el crepúsculo de la vida de sometidos, de esclavos, de víctimas , enrojece; corre sangre enrojeciendo sus páginas, sangre que lo hace un cárdeno grito de vencidos o torturados, un Libro rojo.