LAVIN, MONICA
Este libro no es de matemáticas, pero tiene problemas: la invasión de una nube, el robo de una voz, la llegada de una hermanita, la angustia del fin del mundo, un camión bajo la mesa, la misión casi imposible de subirse a un tren que ya partió, la leche más asquerosa del mundo y, finalmente, la despedida de la infancia. Y, como en el libro de matemáticas, la solución de los problemas se esconde en la imaginación de quien los lee.
Éste es un desfile de personajes que atraviesan, cada uno a su manera, el camino sinuoso pero fascinante que los lleva de la infancia a la adolescencia. Cuentos acerca de los cambios corporales, los primerísimos amores, los miedos ya no tan infantiles y las aventuras casi adultas mantendrán al lector en vilo y lo harán identificarse con uno o varios de los personajes.
Cuando Carlos sintió aquel cosquilleo en los pies, dentro de sus zapatos, no imaginaba que ahí encontraría una bruja diminuta y simpática. Naturalmente, el chico se distrajo, dejó de poner atención a la clase y terminó castigado. A pesar de que habría sido interesante, Carlos no podía llevar una bruja a la escuela al día siguiente. Así que la dejó en casa y ahí vinieron los problemas. El niño terminó rescatando a su inesperada amiga de lo que habría sido una calamidad.
Celia, Antonio y Julián acaban de ganar un curioso premio: pasarán un mes en medio el bosque tratando de salvar un lago al que aqueja una plaga voraz. ¿Cómo es posible que una flor ponga en peligro la vida de árboles, animales y seres humanos? Los tres adolescentes tendrán un asomo a la vida adulta, pues deberán hacerse cargo de su supervivencia, de sus emociones y de todo un ecosistema que depende de ellos y su imaginación.
Cinco faules. ¡La número cinco, fuera!". Así terminaba el partido para Andrea, que se iba a la banca con la cabeza agachada y unas ganas tremendas de llorar. ¿Por qué siempre cometía tantas faltas? Ella sólo quería evitar la canasta. Ni modo, era así, una jugadora apasionada, o mejor dicho, la más faulera. Su vida giraba alrededor de un balón de básquet. Prefería entrenar que ir a una fiesta. Le gustaba más el uniforme que un vestido. Pero la vida no se trata de lo que más nos gusta..
